Con la inocencia y el fanatismo de todo nativo digital, el estadounidense Joel Tenenbaum bajó canciones de Internet cuando tenía 16 años. Cuatro años más tarde, varias compañías musicales lo demandaron y ahora un juez acaba de confirmar la sentencia en su contra por piratería: deberá pagar 675 mil dólares.
La primera demanda le reclamaba 5.520 dólares por siete canciones. Casi 789 dólares por tema. Joel propuso pagar 500 dólares de multa: 71 dólares por cada una. Más que razonable, menos para la empresa que se negó al acuerdo y siguió con el juicio, informó el diario El Clarín de Argentina.
En 2009, Joel sumaba demandas de otras empresas y por un total de 31 canciones. Cuando llegó la hora de la sentencia, el joven denunció que había un evidente abuso del “poder federal” y dijo que la decisión del jurado era anticonstitucional. 675 mil dólares por bajarse 31 temas. Un verdadero disparate. El juez federal que revisó el caso se mostró de acuerdo con Joel y dijo que cantidad la pretendida era “excesiva” y la redujo a 67.500 dólares o 2.177 por tema.
Sin embargo, un tribunal de apelaciones respaldó los argumentos de las compañías discográficas. Así fue como su abogado, Charles Nesson, llegó con un recurso de queja a la misma Corte Suprema de EE.UU. para que pusiera un número justo, pero el máximo tribunal se negó a intervenir.
Después, el caso recayó en la jueza, Rya W. Zobel, quien rechazó la solicitud de Joel de realizar un nuevo juicio con otro jurado.
En EE.UU., las multas por violar los derechos de autor pueden ascender a 150.000 dólares por cada infracción, por lo que la jueza Zobel cree que la pena no es excesiva. La industria de la música, contenta. “Estamos muy contentos con la decisión del Tribunal de Distrito”, indicó la Asociación de la Industria Discográfica en Estados Unidos (RIAA, sus siglas en inglés).
Pero, tal como destacan varios medios especializados, con este fallo nadie saldrá ganando. Joel no tiene el dinero para pagar la sentencia y se ha negado a recibir donaciones para no hacerle el juego a las discográficas.
Fuente: RPP