Un juez del estado de Maryland, en Estados Unidos, determinó que un hombre debía pagar un millón y medio de dólares a una compañía de películas para adultos por haber compartido cortes de video a través de torrents.
Anwar Ogiste, como se llama este hombre, descargó el contenido al que había tenido acceso de manera legal y lo subió a un sitio pirata. Su vinculación con los archivos quedó confirmada luego de que se detectara un código único en las copias distribuidas que se asocia directamente a la persona propietaria de la película.
Ogiste deberá pagar 214 mil dólares por cada clip de video a Flava Works, la empresa que lo demandó.
Fuente: El Comercio