TOMA NOTA: consejos para disfrutar la comida criolla evitando engordar

Contundente y generosa. Estos dos adjetivos le caen como anillo al dedo al estandarte comestible de la peruanidad: nuestra comida. Sin embargo, ¿nuestros manjares son tan benevolentes con la línea como lo son con el paladar? Desgraciadamente, la mayoría de las veces no. ¿O acaso pensaron que un monumental tacu-tacu con una sábana de lomo apanado, huevo frito y plátano encima era light?

Comida criolla

Según la nutricionista Milagros Agurto, las claves están en la manera en la que se prepara la comida y en el tamaño de las porciones.

Con gigantescas porciones, enormes cantidades de aceite y carbohidratos para regalar, la comida criolla puede convertirse en un crimen si uno está siguiendo un régimen para bajar de peso, por ejemplo. Sin embargo, existen algunos tips que te permitirán disfrutarla, en estas Fiestas Patrias y siempre, sin arrepentimientos y posteriores autoflagelaciones. La nutricionista Milagros Agurto nos da algunos consejos básicos. Toma nota.

1. LA CLAVE ESTÁ EN LA PREPARACIÓN
“Tal como nosotros conocemos a la comida criolla, en restaurantes, o como el común de la gente la prepara, sí tiene un aporte calórico generoso. Los peruanos solemos hacer las cosas, como los guisos, con mucho aceite. Sin embargo, si modificas las técnicas de preparación y de cocción del producto, podrás disfrutar de esa misma comida, pero ingiriendo muchas menos calorías”, indica la experta. Por ejemplo, en vez de freír las carnes, sancóchalas o hazlas al horno. “El problema no es el alimento en sí, sino cómo se prepara”, agrega la nutricionista.

2. CONTROLA EL TAMAÑO DE LAS PORCIONES
Aunque sigas el consejo anterior, si comes en exceso, “calóricamente estarás recibiendo lo mismo”. También hay que modificar la cantidad de consumo. Asimismo, Agurto recomienda que si vas a comer fuera, donde no tengas opción de controlar la preparación, consumas una porción pequeña. Además, por lo general las porciones que se sirven en restaurantes son enormes, por lo que un buen consejo es compartirla entre dos.

3. MEZCLAR ES POSIBLE, PERO MIDIÉNDOSE
Muchos creemos que mezclar dos carbohidratos (como papa, arroz o frejol) es más o menos un pecado capital. Sin embargo, Milagros Agurto afirma que en realidad esto es un mito. “La FAO afirma, por ejemplo, que los frejoles con arroz son una de las mejores mezclas para lograr proteínas vegetales que existen”, indica. “La famosa frase ‘no mezcles arroz y papa’ parte porque en verdad lo que normalmente la gente se sirve corresponde a una porción entera (apróximadamente una taza) de cada alimento. Pero si comes media de cada uno, no hay problema”.

4. JUEGA
“Tu mañana no puede cambiar nunca. Tienes que estar bien desayunada. Pero es con el almuerzo y la cena es con lo que vas a ‘jugar’. Si sabes que en el almuerzo te excediste en carbohidratos, entonces obviamente en la tarde tendrás que comer una ensaladita, por ejemplo”. La experta compara el alimentarse con la economía. “Si tengo 70 soles para el día y en el almuerzo ya me gasté 55, entonces solo tienes 15 para la cena”, afirma. “Si ya ‘gastaste’ todo en tu pollo a la brasa, con tus papas fritas y tus tres kilos de mayonesa, te cuidas en la noche y durante los siguientes días. Ojo, lo que se consume hoy, se guarda hoy, así que tendrás que hacer un esfuerzo después para poder gastar las calorías acumuladas”.

5. EN LA PRÁCTICA ESTÁ EL GUSTO
Aquí algunas formas más light de preparar y consumir algunos de nuestros platillos de bandera.

ARROZ CON POLLO
“No necesitas preparar un megaguiso, repleto de aceite y con la carne frita con pellejo. Puedes hacer ese mismo guiso, pero en vez de freír la cebolla y demás componentes, puedes licuarlo todo y luego hacer que se cocine con el arroz. Probablemente el sabor va a ser algo diferente, pero a la larga será mucho más digerible. Asimismo, en vez de freír el pollo, puedes hacerlo al horno o ponerlo con el arroz para que se cocine ahí, en vez de freírlo”.

AJÍ DE GALLINA
Pon en una olla agua, la cebolla, ají y un poquito de apio. Sancocha allí el pollo, luego retíralo y sepáralo. En el caldito que quedó pon el pan y luego licúalo (con el ají y la cebolla), de ser necesario con un poco de leche. De esta manera la preparación será “más blanda” y mucho más digerible. Procura no comerlo con arroz, ten en cuenta que este platillo ya lleva pan, además de la base de papas sobre la que el ají es servido. Si crees que este cereal es vital para tu vida y que es imposible para ti prescindir de él, sírvete una tajadita de papa y una porción pequeña de arroz.

CEBICHE
Agurto cuenta que la gente siempre piensa que el cebiche es bajo en calorías, cuando esto no siempre es cierto. “Depende de cuánto comas. Además, ¿cuánto camote y cuánto choclo estás consumiendo? Mucha gente lo acompaña con jaleas, por ejemplo, que son megafrituras. Todo es relativo”, afirma la nutricionista, convencida de que todo depende de cómo, con qué y en qué cantidad se consuma.

Fuente: El Comercio






Sección: Gastronomía