Star Wars: razones para que la nueva compra de Disney sea como una religión para sus fanáticos

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Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana… Son tiempos adversos para Star Wars. Aunque dicen no ser una amenaza, las tropas del imperio Disney han comprado por miles de millones LucasFilm y amenazan a las fuerzas rebeldes de fanáticos que piensan que la franquicia más grande del mundo se va a convertir en un negocio edulcorado.

Star Wars

Los motivos que han convertido esta saga en un ícono de la cultura popular cuya venta es cuestionada por los sus seguidores.

Sobre el pantanoso planeta Dagobah se construirá un parque temático, Leia compartirá sus labores en la resistencia con su trabajo como princesa Disney y el malvado Darth Vader tendrá que hacer un espacio en la Estrella de la Muerte para el pato Donald. Este panorama, extraído del peor delirio del lado oscuro de La Fuerza, solo puede ser elucubrado por aquellos que ven en la saga de George Lucas a una religión. En medio de este fanatismo, la historia de esa galaxia ha dado razones que han hecho que sus seguidores colocan al nivel de una guerra interplanetaria la lucha contra una simple venta empresarial.

1. La historia. En el universo de Star Wars el principio es simple: el mal aparece cada cierto tiempo para destruirlo todo y el bien siempre gana. La premisa es simple y basta para iniciar un argumento que parece sencillo, pero todo empieza a complicarse con cosas como el “soy tu padre” que le lanzó Darth Vader a Luke en la Ciudad Nube del planeta Bespin.

2. Los arquetipos. No solo es la eterna lucha del lado luminoso de La Fuerza contra el lado oscuro. Todos los arquetipos son extraídos de cosas que conocemos: la madre virgen presente en todas las religiones, la lucha oculta del padre contra el hijo, la relación entre aprendiz y maestro, La Fuerza como energía que mueve al mundo, la redención. Todo está ahí.

3. La inspiración. Cuando ves Star Wars crees que lo que tienes delante es una película de ciencia ficción, pero no es solo eso. La orden de los caballeros Jedi usa espadas inspiradas en las películas de samuráis, Han Solo parece un vaquero acompañado siempre de su fiel amigo. Las luchas de Anakin, Obi Wan Kenobi y Qui-Gon Jin son dignas de una película de acción, todo ocurre dentro de una película de guerra y hasta alguito de terror hay en la presencia del malvado emperador.

4. La influencia. Star Wars aparece en todos lados: en series de televisión se hacen mil y una referencias y parodias. Sus frases se han convertido de uso común en foros y hasta en el mundo real. Y la princesa Leia marcó una época en que muchas mujeres optaban por usar un estrambótico y raro peinado. Eso, sin contar con que el R2-D2 y C3PO se volvieron íconos tan populares como el leal Chewbacca.

5. La tecnología. Tenemos androides traductores y mecánicos, naves increíbles y sables de luz que nos permiten combatir a los malos. No solo es mercadotecnia: es todo lo que contribuye para crear un universo de ficción que nos mantiene pegados a los asientos. Y más de uno ha querido tener a R2-D2 a su lado mientras montaba en un X-Wing o hacer llegar al Halcón Milenario al hiperespacio.

6. Los efectos especiales. Dicen que George Lucas no se atrevió a empezar la historia por la primera trilogía por una cuestión técnica: el universo decadente de la segunda saga permitía menos esfuerzo a la hora de crear efectos especiales o desarrollar las naves. Aun así, el trabajo es impresionante y se volvió más impresionante aun cuando tuvo a la mano la tecnología para crear la primera parte de la saga, donde la prosperidad aún no destruida podía ser mejor graficada. Esos efectos crearon el mundo de Star Wars tal y como lo conocemos. Y también cambiaron la historia del cine.

7. El merchandising. Un apuradísimo George Lucas, que había sido rechazado por dos estudios, fue aceptado por la Twentieth Century Fox casi de milagro. En un movimiento aparentemente acelerado, cambió su sueldo de director por los derechos sobre los productos derivados del primer filme y sus secuelas. ¿Adivinan qué pasó? Los directivos lo dejaron pensando que no habría éxito y luego se tuvieron que tragar sus palabras cuando vieron la forma en la que el buen George se hacía más y más rico. Claro, quién no ha querido tener una de aquellas figuras de acción… o una espada láser.

8. La identidad. Star Wars no solo ha creado un universo para la ficción, sino otro para la realidad: grandes convenciones de fanáticos se realizan alrededor del mundo donde se discuten y crean los destinos de los personajes. No solo eso: en 2008, la Universidad de la Reina, en Belfast, abrió una cátedra (denominada “Feel The Force”) donde usaba la sicología de los Jedi para enseñar a desarrollar las habilidades personales. Y hasta hay una iglesia para quienes quieran ser caballeros de esta orden.

9. Un vasto universo. El resumen de la historia que vemos en el cine es este: en una galaxia muy lejana nació Anakin Skywalker, quien fue instruido como un honorable guerrero de la orden Jedi en medio de una guerra y tentado por un maligno emperador para pasarse al lado oscuro de La Fuerza. Muchos años después, su hijo Luke lucha contra el malvado Anakin, que ha tomado el nombre de Darth Vader y es el azote de la galaxia. Un Vader redimido mata al emperador antes de morir y la hermana de Luke se casa con el desaliñado Han Solo. Si creen que acaba ahí, se equivocan: la historia continúa muchos años después gracias a diversos autores que han convertido la saga en uno de los universos más grandes de la ficción.

10. La Fuerza (y lo que la rodea). Esta energía, procedente de unos microorganismos que se encuentran en los seres vivos y que da poderes como la telequinesis, es lo que todos quisiéramos tener para no vernos obligados a pararnos y buscar el control remoto de la TV. Pero en el cine no solo sirve para presumir de efectos especiales, sino también es lo que mueve al mundo. Y también es lo que nos mueve a nosotros a ir a las salas de cine. Que a fuerza los acompañe, entonces.

Fuente: El Comercio