Lionel Messi y su padre son citados a declarar en los tribunales

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El futbolista argentino Lionel Messi y su padre, Jorge Horacio Messi, fueron imputados por presunta evasión fiscal y deberán declarar el 17 de setiembre, según decidió hoy la Audiencia de Barcelona al aceptar la querella presentada por la fiscalía contra el delantero.

Lionel Messi y su padre

La ‘Pulga’ y su progenitor son imputados por presunto fraude fiscal. Deberán rendir manifestación el 17 de setiembre.

Messi está siendo investigado por presuntas irregularidades fiscales en los ejercicios de 2007, 2008 y 2009 por el dinero recibido de sus derechos de imagen.

La admisión de la querella supone un problema para la familia Messi y el futbolista podría perderse la primera fecha de la Champions League, que se juega el mismo día de la declaración.

La Fiscalía de Delitos Económicos de Barcelona presentó el 12 de junio dicha querella contra Messi y su padre, a quienes acusó de tres delitos contra la hacienda española por evasión de impuestos a cuenta de los derechos de imagen.

MÁS DE CUATRO MILLONES DE EUROS
El contenido de esta querella se centra en presuntos fraudes por valor de más de cuatro millones de euros (5,3 millones de dólares) en sus declaraciones impositivas de 2007, 2008 y 2009. Aunque diferentes medios españoles aseguraron esta semana que la Agencia Tributaria podría ampliar sus investigaciones a los ejercicios 2010, 2011 y 2012.

La querella, firmada por la fiscal Raquel Amado, fue interpuesta en el juzgado de la localidad barcelonesa de Gavà, donde tiene la residencia el delantero argentino.

La supuesta estrategia consistiría en simular la cesión de los derechos de imagen del futbolista del Barcelona a sociedades instrumentales localizadas en paraísos fiscales (Belice y Uruguay) y, paralelamente, formalizar contratos de licencia, agencia o prestación de servicio con otras sociedades ubicadas en jurisdiciones de conveniencia como Reino Unido y Suiza.

De este modo, los ingresos del futbolista habrían circulado presuntamente desde estos países europeos hasta las sociedades ubicadas en los paraísos fiscales sin someterse prácticamente a tributación alguna y con el objeto de eludir el control de la Hacienda Pública española.

MESSI DEFIENDE SU INOCENCIA
“Nos hemos enterado por la prensa de las acciones iniciadas por la fiscalía española. Algo que nos causa sorpresa porque nunca hemos cometido infracción alguna”, afirmó el futbolista del Barcelona a través de su perfil de Facebook al conocer la querella.

Y añadió: “Siempre hemos atendido todas nuestras obligaciones tributarias siguiendo los consejos de nuestros asesores fiscales, quienes se encargarán de aclarar esta situación”.

Para el ministerio público, quedó constatado durante la investigación que “la iniciativa para defraudar partió de Jorge Messi”, el padre y representante del jugador, ya que fue él quien en 2005, cuando el delantero del Barcelona era aún menor de edad, encargó a un tercero la creación de una primera sociedad instrumental, que luego sería sustituida por otra, con el presunto propósito de evadir impuestos.

Con ello, también según el fiscal, se buscaba “que los ingresos transitaran desde los países donde radicaban las empresas o entidades pagadoras hasta las sociedades instrumentales domiciliadas en los paraísos fiscales sin someterse prácticamente a tributación alguna y, además, con total opacidad frente a la Hacienda Pública española de la titularidad del real destinatario y beneficiario de los ingresos, que no fue otro que el querellado Lionel Messi”.

Al delantero y a su padre se les acusa de tres delitos contra la Hacienda Pública, regulados en el artículo 305 del Código Penal español. La ley española contempla una pena de prisión de entre dos y seis años, además de una multa que estaría entre el doble y el séxtuple de la cuota defraudada en este caso.

Una alternativa de la defensa sería que fuera el padre de Messi quien asumiera ante la juez toda la responsabilidad en la creación del entramado, lo que podría comportar el archivo de la causa para el jugador si durante la instrucción se constata que no estaba al corriente de los hechos delictivos.