La reciente declaratoria de “estado de guerra” por parte de Corea del Norte contra Corea del Sur ha desatado una serie de temores sobre la posibilidad de que estemos ad portas de una III Guerra Mundial.

Los poderosos aliados de Corea del Norte y Corea del Sur.

Aunque para muchos esta tesis es atrevida y muy improbable, los aliados de ambas naciones en conflicto podrían desencadenar un escenario bélico con más de dos países protagonistas.

Norcorea sólo tiene el apoyo de la poderosa China como aliado (en caso de guerra) pero voceros políticos y autoridades de Rusia, Venezuela, Irán y hasta de Cuba no han sido firmes en cuestionar el armamentismo y las pruebas militares y nucleares que promueve la nación gobernada por Kim Jong-un.

En la otra orilla, Estados Unidos tampoco ha aportado por el bien de la paz mundial y -por el contrario- patrocina la respuesta bélica de Corea del Sur. El viernes pasado Washington amenazó con maniobras militares en la vecina Corea del Sur con dos unidades de bombarderos B-2 Spirit, un avión de última tecnología capaz de evadir las defensas antiaéreas y descargar bombas convencionales y nucleares.

Todo indica que esta “demostración” de poder bélico de EEUU impulsó a Kim Jong-un, a movilizar la puntería de algunos de los misiles norcoreanos a Estados Unidos.

Japón sería otro de los partícipes en un eventual conflicto bélico mundial aunque la presión que mantiene contra Norcorea es todavía a nivel diplomático. Recientemente el presidente estadounidense Barack Obama, recibió al nuevo primer ministro japonés Shinzo Abe en la Casa Blanca y ambos consideraron una “provocación” el accionar norcoreano.

Abe incluso dijo estar de acuerdo con Obama en la necesidad de presionar para que el Consejo de Seguridad de la ONU redacte una nueva resolución de condena contra Corea del Norte.

En momentos de tensión y amenazas hay que prestar atención a la reacción de la Casa Blanca y su poderío bélico ¿serán capaces de disparan o “herir” a la nación Norcoreana?. China, que para muchos es impredecible, ¿reaccionaría ante la intromisión Norteamericana?. Japon, que hasta ahora prioriza el desarrollo tecnológico antes que el armamentismo, ¿dejaría la bandera blanca para entrar en guerra?. Sólo el tiempo lo dirá.