La vida de la extrovertida y enérgica cantante mexicana Alejandra Guzmán cambió para siempre hace tres años. Una cirugía estética mal practicada por la cosmetóloga Valentina de Albornoz hizo que la artista perjudicara gravemente su salud con consecuencias que la perseguirán por siempre.

Alejandra Guzmán en una foto del año 2007, cuando gozaba de buena salud.

Guzmán se sometió en octubre del 2009 a una operación de glúteos. Fue en ese momento que le inyectaron sustancias que le produjeron una severa infección. Estuvo en el hospital casi dos semanas. Los cirujanos que la atendieron no llegaron a extraer todo el material tóxico del cuerpo de la cantante y siempre se mantuvo la posibilidad de nuevas infecciones.

En los últimos años, la cantante tuvo que ingresar más de una vez al quirófano debido a las nuevas infecciones que le provocan los residuos que quedaron en su cuerpo. Siempre estuvo bajo tratamiento médico con cortisona e inmunosupresión.

En la víspera, el médico reumatólogo del Hospital General de México, Gabriel Medrano, confirmó que la enfermedad que aqueja a la intérprete de “Reina de corazones” no tiene cura y que deberá seguir un tratamiento integral de fármacos antinflamatorios con fármacos supresores. Además, no se descarta que más adelante requiera de nuevas cirugías.

LA ENFERMEDAD
Medrano explicó al diario “El Universal” la difícil situación por la que atraviesa la salud de la artista, quien ingresa y sale del hospital constantemente. “Lo que tiene es una respuesta inflamatoria que el cuerpo tiene que hacer para asimilar o deshacerse de una sustancia extraña y duele mucho”, señaló el galeno.

Este complejo mal recibe el nombre científico de Paniculitis química, una enfermedad inflamatoria de la piel que se caracteriza por la formación de nódulos dolorosos en la grasa del tejido subcutáneo. Las lesiones tardan semanas en desaparecer dejando afectada la región donde brotan. Esto le ocasiona fiebre y alteraciones físicas diversas a quien lo padece.

El doctor Medrano explicó que el polivinil-metacrilato, la sustancia que le inyectaron a Alejandra Guzmán, ya no se focaliza en una sola región, migró y hace que la artista sienta dolor constante.

Un cálculo hecho por “El Universal” indicó que la cantante ha gastado en los últimos tres años alrededor de un millón de dólares para el tratamiento de su enfermedad.

Consultada por el diario mexicano, la cirujana plástica, Bertha Torres, pidió que se informe claramente sobre este caso para advertir a la población de los riesgos que implica una mala práctica en cirugía estética. “Desde el inicio se especuló que podría sanar y eso no es verdad (…) se ha dejado de lado el problema de salud que significa esta enfermedad”, acotó.

Fuente: El Comercio