Increíble, pero cierto. Pese a colaborar años atrás con Sendero Luminoso, hoy la sindicada terrorista Mónica Feria Tinta exige que el Estado peruano le pague cerca de 2 millones de dólares como compensación por haberla detenido el 13 de abril de 1992 y luego haberla sometido a presuntos vejámenes e impedido el acceso a una justicia imparcial.

Ayer, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) escuchó los primero alegatos en el juicio oral que se sigue a Feria Tinta -apoyada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos- en contra del Estado peruano para que se la repare “moral y materialmente”.

Correo conoció que en este caso, la conocida “Camarada Matilde” exige 1 millón 879 mil dólares por supuestas pérdidas económicas tales como “lucro cesante”, “traslado por viajes” y “salud”.

LO RECHAZAN
Además, exige que se le pague 750 dólares por cada año, desde que se le detuvo en 1992, hasta que el caso fue visto en la Corte-IDH.

Es decir, 21 años por truncar su supuesto proyecto de vida. Por tanto, el monto por dichos años llegaría a los 15,750 dólares.

Sin embargo, este Diario conoció que la posición del Estado peruano respecto a este caso es no reconocer ningún pago, pues no hay base para la demanda.

“La posición del Estado es el rechazo rotundo a este pago”, refirieron fuentes. Para el Estado peruano, el dinero exigido por Feria Tinta se ha presentado fuera plazo y se está optando por un tema formal para que no sea admitido.

TAMBIÉN LA FAMILIA
De otro lado, durante la audiencia, la representante de Feria (mencionada en el proceso como la “señora J”) refirió que no solo la sindicada terrorista sufrió a consecuencia de los procesos judiciales sino que “la familia también fue afectada con la persecución”.

Sin embargo, esta pretensión tuvo el rechazo enérgico del agente peruano ante la Corte-IDH, Luis Huerta Guerrero, quien aclaró que en el proceso “la única peticionaria es la ‘señora J’ y no su familia”.

HABLA LA HERMANA
La primera testigo en declarar fue Elizabeth Feria Tinta, hermana de Mónica, quien no supo responder sobre las actividades de la “camarada Matilde”.

Además, admitió que no siguió de cerca el proceso judicial de su hermana y que desconocía que Mónica había sido detenida en 1987, junto a terroristas, cuando distribuía afiches del Semanario Cambio.

Asimismo, dijo que no sabía qué actividades cumplía su hermana en el periódico El Diario, vocero de SL.

Por parte del Perú, intervino como testigo la fiscal Magda Atto Mendives, quien participó en la detención de Feria Tinta junto a otros terroristas en dos viviendas en 1992: En la calle Esmeralda y en la calle Casimiro Negrón.

Al ser consultada por la Corte-IDH si en algún momento Feria fue violentada, Atto remarcó que ella nunca fue vendada ni se violaron sus derechos. “No me dijo algo como: Estoy reducida, me están violentando. Nunca”, refirió.