Ecoturismo: los bosques encantados del norte del Perú

Si uno mira el mapa del Perú, puede observar que muchas de las áreas naturales protegidas que tiene el país están en zonas de frontera. Es una política inteligente la del Sernanp, el órgano encargado de la declaración y gestión de dichas áreas: cuidar las fronteras conservando su naturaleza.

bosques encantados

Piura, Tumbes y Lambayeque conservan bosques únicos en el planeta, ideales para experiencias con la naturaleza y la aventura.

Cuando uno cruza el límite con Ecuador, la frontera norte peruana, constata que el bosque seco ocupa grandes extensiones de territorio, mientras que en Ecuador está mucho más intervenido y afectado.

NATURALEZA Y CULTURA
Ese bosque seco es un ecosistema único en el planeta. El Perú guarda en su territorio aspectos sobresalientes a escala planetaria en biodiversidad y naturaleza. El bosque seco ecuatorial, que toma su nombre porque la mayor parte del año es árido y depende para su vida de las lluvias de diciembre a marzo, se encuentra en los departamentos de Lambayeque, Piura y Tumbes, y en Ecuador. Esta particularidad hace que sea una zona de vida con gran cantidad de especies de animales y plantas, muchos son endémicos, es decir, especímenes que solo viven en ese lugar.

Por algo será que el bosque seco tiene siete áreas naturales que lo protegen y varias concesiones privadas y de ecoturismo que lo cuidan, como la de Chaparrí, la primera área de conservación privada del Perú manejada por la comunidad local y donde además hay un lodge. Ahí se conserva al oso de anteojos y a la pava aliblanca.

Tumbes tiene un 35% de su territorio protegido, el porcentaje de cuidado ambiental más grande del país. Acá destaca el Santuario Nacional Manglares de Tumbes, un ecosistema que solo se encuentra en esta parte y en una pequeña porción de Sechura.

En la Reserva Nacional de Tumbes, por ejemplo, se conservan particulares especies de fauna, como el cocodrilo y el cotomono. El coto de caza El Angolo es único en su tipo en el Perú y en él podemos observar venados, gatos monteses, cóndores y osos de anteojos

En el Parque Nacional Cerros de Amotape existen más de 200 especies de aves en un entorno geológico formado hace millones de años, mucho antes de que los anfibios apareciesen en el planeta. Pero estas áreas protegidas conservan también petroglifos como los de la Reserva de Vida Silvestre Laquipampa, el gran legado prehispánico del Santuario Histórico Bosque de Pómac y los antiguos caminos incas a la sierra.

El bosque seco ecuatorial ofrece también prácticas para la aventura como caminatas, campamentos, bicicleta de montaña y canotaje en zonas colindantes con Ecuador. Todo eso, junto a la bondad de su clima, la calidez de su gente y una gastronomía rica y diversa hacen de este bosque único en el mundo, un lugar a descubrir, disfrutar y cuidar.

Fuente: El Comercio






Sección: Turismo