Un milagroso y enigmático incidente que se produjo en la república siberiana rusa de Tuvá ha impactado a la sociedad rusa. Un niño de tres años perdido se encontró por la noche con los lobos, pero logró salvarse ahuyentándolos con piedras.

Un niño de tres años perdido en Siberia se salvó de los lobos lanzándoles piedras.

El niño, habitante de una zona montañosa de la república siberiana rusa de Tuvá, se perdió cuando iba con su abuela y su tía a pastorear cabras, informa el periódico ruso ‘Komsomólskaya Pravda’. Caminando a las montañas con el rebaño, las mujeres marcharon en diferentes direcciones, según tenían previsto. La tía del menor, que encima llevaba consigo a un bebé de unos meses, pensó que su sobrino se fue con su abuela, pero cuando la anciana regresó de madrugada resultó que el niño no estaba con ella.

En torno a las tres de la madrugada un equipo de rescate recibió un aviso sobre la desaparición del niño. El menor fue encontrado a las 11 de la mañana del día siguiente a unos 2 kilómetros del lugar donde se había perdido. Uno de los rescatistas que encontraron al menor contó que el niño estaba refugiado bajo una roca, allí se escondió de una fuerte lluvia por la noche.

Pero lo que más impactó a los adultos fue el relato del niño sobre cómo se le acercaron “perros, pero hice que me dejaran en paz lanzándoles piedras”. Los adultos se quedaron perplejos al oír esta historia: en esta zona salvaje nunca han habitado perros, por lo que todo apunta a que el niño hablaba de lobos. Además en verano los lobos son especialmente peligrosos ya que es en esta temporada cuando las hembras enseñan a sus cachorros a cazar.

Según los cazadores, es un verdadero milagro que los animales se asustaran con el sonido de la caída de las piedras que lanzaba el pequeño valiente. Otros dicen que al niño le salvó que estaba refugiado y no se durmió al aire libre, en este caso los lobos seguramente le habrían atacado.