Inventor peruano: “En el país existe mucho ingenio pero no hay cómo demostrarlo”

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“Estoy muy contento y me siento orgulloso de poder representar al Perú y a todo Sudamérica. Seremos solo dos únicos participantes de la región en el Salón Internacional de Inventos y qué mejor que llevemos la bandera de Perú puesta”.

José Ramón Ostaicoechea

José Ramón Ostaicoechea participará en el Salón Internacional de Inventos de Suiza con su novedoso sistema de seguridad para puertas.

El inventor José Ramón Ostaicoechea no oculta su emoción y responde con franqueza cuando le interrogamos sobre su participación en el Mundial de Inventos de Ginebra en la que el Perú será el único representante de Latinoamérica.

En el evento anual, que contará con 725 expositores de 45 países, principalmente de Asia y Medio Oriente, también participará la ingeniera peruana Silvana Flores Chávez y su equipo de investigadores con un procedimiento para el tratamiento de aguas residuales.

Ostaicoechea Gonzáles obtuvo el derecho de representar al Perú en esta prestigiosa cita tras ganar el año pasado el XI Concurso Nacional de Invenciones de Indecopi – categoría modelo de utilidad- con su “Sistema de seguridad de altura regulable para puertas peatonales“.

En diálogo con elcomercio.pe, el empresario peruano explica el origen de su invento y opina sobre la necesidad de que el ingenio peruano tenga mayor exposición mediática y que cuente con apoyo público y privado para concretarse y hacerse viables.

¿Qué necesidad resuelve el invento que mostrarás en Ginebra?
En el Perú existen muchas trancas de seguridad pero ninguna se vende fuera de este país, debido a que no cumplen con las medidas de seguridad internacionales. Son útiles para asegurar cosas o bienes materiales, pero no deben usarse en casa porque encierran a las personas. Cuando la colocas y te vas de tu hogar, las personas que se quedan dentro no podrán salir si no tienen la llave. Es un peligro, por ejemplo, para los niños que se quedan solos cuando los papás se van a trabajar. Eso está prohibido en cualquier lugar del mundo.

¿En qué consiste entonces su dispositivo de seguridad?
Nuestro mecanismo se basa en un sistema interno que permite abrir la tranca desde el interior, tiene un asa que retarda el calor del fuego –en previsión de casos de emergencia- y cuenta con un sistema braille para persona no videntes que permite manipularlo. Tiene un mecanismo de regulación de altura para que niños o discapacitados puedan destrabarla en caso de emergencia. (Las trancas se instalan normalmente a 1.60 m de altura, señala Ostaicoechea)

El año pasado, dos inventos peruanos fueron premiados en Suiza, ¿qué expectativas tiene para este año?
Más que expectativas, voy con las mejores vibras y con el deseo de que el producto tenga buena acogida. La tranca es un invento peruano que nosotros hemos mejorado y esperamos que se haga conocido de manera internacional. Sería un orgullo traer al país un premio, un reconocimiento de esta categoría.

¿Cuán necesaria es la existencia del concurso de invenciones a nivel nacional?
Yo estoy muy agradecido con Indecopi, la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (Usaid) y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) que nos facilitó los premios y nos ayudó a formalizar la patente del producto en el Perú. En el país hay mucho ingenio, solo que no hay cómo demostrarlo. Gente ingeniosa con pocos recursos se quedan con los proyectos truncados porque tampoco tiene cómo comercializarlos y tampoco llegan al público en general. Todo por falta de financiamiento. Son muchas las ideas que quedan mermadas porque tampoco hay difusión en los medios de comunicación. El apoyo que se le dan a las invenciones ha demostrado la creatividad que existe en el Perú.