Ignacio Flores prefiere no recordar su participación en el Dakar 2012. No es para menos. A falta de cuatro etapas para culminar la prueba, sufrió un accidente con su cuatrimoto que le generó una doble factura de peroné. Él pidió seguir, pero los organizadores no se lo permitieron. Lo más trágico de esto fue que el piloto nacional estaba ubicado hasta ese momento en el puesto ocho de la categoría cuatrimotos.
El cuatrimotista nacional se ubicaba octavo en la competencia, pero una lesión lo obligó a abandonar. Aunque no lo dice, el 2013 será su revancha.
Nunca se sabrá en qué posición final habría terminado, pero lo cierto es que el cuatrimotista remontó 14 puestos desde la etapa 1 (culminó 22°) hasta la 10 (8°). Estaba por ingresar a las dunas de Perú, y seguramente iba a remontar más posiciones. El resultado hubiera sido histórico para las tripulaciones peruanas que han participado en la prueba más dura del mundo.
Ignacio ya volteó la página. Dice que no se tomará el Dakar 2013 como una revancha, y que el objetivo es terminar, aunque para esta ocasión llega mucho mejor preparado. “Vengo de competir en Chile y de obtener dos segundos lugares. He tenido una preparación física muy minuciosa que he afrontado con mucha disciplina”, comenta.
Ignacio asegura que comenzar en Perú no supone ningún tipo de ventajas. Al contrario, siente que hay más presión. Que la responsabilidad de hacer una buena carrera es mayor. “Este año fue distinto. Mi vehículo ya estaba en Argentina con varios días de anticipación y solo tenía que preocuparme por mí. Ahora hay mucho más despliegue de la prensa, se siente el cariño de la gente, pero al mismo tiempo se siente más presión”, menciona.
En pocos días podrá tomarse revancha, aunque a él no le gusta utilizar esa palabra. Simplemente prefiere no recordar, no hablar de un accidente que lo dejó con las manos vacías, pero que, dentro de todo, le ha dado una experiencia que será vital para repetir o quizá mejorar, ese octavo puesto que hubiera hecho historia.
Fuente: El Comercio
