No solo son deliciosas. Algunas de las maravillas comestibles que crecen en nuestra selva son capaces de combatir diversas enfermedades.

La selva peruana atesora un puñado de frutas exóticas que destacan tanto por su sabor como sus propiedades benéficas. Entre ellas destaca el noni, al cual se le atribuyen múltiples beneficios para la salud. Este es rico en vitaminas, minerales y flavonoid.

La pitahaya es rica en hierro, calcio, vitamina C y fósforo. Además se le atribuyen propiedades digestivas y se cree que es capaz de combatir la diabetes.

No por gusto el aguaje es una de las frutas más representativas de nuestra Amazonía. Contiene fitoestrógenos y ácidos oleicos. Se cree que es capaz de potenciar la fertilidad femenina y reducir los efectos molestos de la menopausia.

El camu camu es el alimento natural que contiene una mayor cantidad de vitamina C en el mundo, unas 16 veces más que la pulpa de naranja. Tiene propiedades antigripales y fortalece el sistema inmunológico.

La dulcísima anona contiene gran cantidad de agua, hidratos de carbono y minerales. Es un gran rehidratante y un poderoso diurético. Se cree que es capaz de luchar contra las dolencias hepáticas.

Últimamente este fruto, denominado huasaí o acaí, se ha puesto de moda en el mundo gracias a sus propiedades. Contiene una gran cantidad de antioxidantes y se cree que es capaz de ayudar a adelgazar.

La cocona es rica en hierro vitamina B5. Ayuda a combatir el colesterol alto y la diabetes.

El caimito no solo es una fruta deliciosa, sino que aporta a la dieta una cuota de vitamina A fundamental para el cuidado de la piel.