Entre algunas lágrimas lamentó el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la matanza de 27 personas, entre ellos unos 20 niños, en el colegio de primaria Sandy Hook, en la localidad de Newtown, estado de Connecticut.
El presidente de EE.UU. lamentó entre algunas lágrimas la muerte de 27 personas, entre las que se encuentran niños.
En una conferencia de prensa, manifestó conmovido que cada vez que se entera de una noticia como esta, reacciona no como mandatario, sino como padre.
“Nuestros corazones están devastados hoy por los padres, abuelos, hermanas, hermanos de estos niños y las familias de los adultos que murieron. Nuestros corazones están devastados por los sobrevivientes, porque aunque tienen a sus hijos en casa, saben que la inocencia de sus hijos ha sido destruida demasiado pronto. Y no hay palabras que puedan reconfortarlo”, manifestó.
Tras recordar otros casos de tiroteos y matanzas, indicó que “tendremos que unirnos y tomar medidas para evitar tragedias como estas, no importa cuáles sean nuestras políticas”. Finalmente, pidió rezar por las víctimas y sus deudos.
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