La crisis de los misiles: los viejos y nuevos actores

El mundo estuvo a punto de sufrir la peor catástrofe bélica de su historia hace 50 años. Estados Unidos y Rusia, en el momento más crucial de la Guerra Fría, estaban ante la inminente amenaza de la guerra nuclear o la Tercera Guerra Mundial que -felizmente- nunca jamás se dio. Hoy, con algo más de incertidumbre, una crisis nuclear puede estar incubándose en Medio Oriente y causa preocupación -al igual que la de 1962- a Occidente y al planeta entero. Aquí, un recuento de los que participaron y continúan participando en estas tensiones.

La crisis de los misiles

Cuando se cumplen 50 años de la Crisis de los Misiles de 1962, una nueva amenaza nuclear genera tensión en los países.

LOS VIEJOS
Estados Unidos: Era uno de los dos grandes contendientes de la llamada Guerra Fría (1947 – 1991). La potencia capitalista, uno de los dos grandes ejes de influencia mundial, el otro era Rusia, se hallaba algunos años antes de 1962 en una situación política complicada respecto a Cuba. La isla caribeña, hasta inicios de 1959, era un lugar de diversión y explotación de recursos naturales para Washington. Gobernaba el presidente Dwight Eisenhower y en la isla hasta entonces amiga se produjo nada menos que una revolución muy parecida a la bolchevique y que expulsó a las empresas ‘yanquis’ de su territorio. Eisenhower se propuso entonces hacer retroceder este movimiento: entrenó a cubanos exiliados para atacar a los sublevados en el poder. El plan fue heredado por John F. Kennedy (tomó el poder en 1961) ya en el poder y este le restó apoyo, por temor a la condena internacional hacia su país al intervenir en asuntos de otro. Fracasaron estrepitosamente. El gobierno, entonces, ideó otro tipo de estrategia secreta (Operación Mangosta) para hacer caer al régimen isleño, pero la inteligencia soviética se enteró y con esta excusa, empezó a camuflar misiles en la isla. Hacia inicios de octubre de 1962, Washington D.C. o Nueva York podían ser destruidos completamente en solo minutos por las bombas nucleares soviéticas en zona insular.

Unión Soviética: La URSS era el otro polo de influencia, lo opuesto a Occidente, la antítesis del capitalismo durante la Guerra Fría. Lideraba a la potencia comunista Nikita Kruschev, el sucesor de Josef Stalin. En 1959, no le pudo caer mejor la revolución cubana. Tendría un aliado más, pero uno muy cercano a su rival, Washington. Tras conocer la fracasada Invasión de Cochinos en abril de 1961 y descubrir los planes de la O. Mangosta en noviembre de 1961, la URSS decide transportar misiles de alcance medio a la Cuba socialista “para defender al bloque soviético”. Era un paso audaz de Kruschev para emplazar a EE.UU. a que retire sus misiles de Europa y especialmente de Turquía, los cuales en solo 10 minutos podían borrar a Moscú del mapa. A mediados de octubre un avión espía norteamericano descubre las bombas atómicas en la isla. El 27 de octubre, los soviéticos derriban en Cuba una nave espía. Antes de que se produzca una respuesta, Kruschev negoció con Kennedy el desmantelamiento de misiles tanto en Cuba como en Turquía para evitar lo peor: la guerra nuclear.

Cuba: En el conflicto de los misiles, tras demostrar su implacabilidad e ímpetu en el contraataque a los invasores de Cochinos, Fidel Castro poco a poco fue dejado al margen de las negociaciones de las potencias. Fue fundamental al aliarse con Rusia y permitir que ésta desafíe a Estados Unidos como nunca antes lo hizo. Hoy, Cuba no tiene protagonismo alguna en este tipo de temas.

LOS NUEVOS Y NO TAN NUEVOS
Estados Unidos, otra vez: Actualmente, la primera potencia mundial y poseedor de un amplio arsenal nuclear (al igual que los otros 4 miembros permanentes del Consejo de Seguridad) ha expresado su real preocupación en que Irán desarrolle armas de ese tipo. A esta inquietud se sumó todo Occidente, especialmente desde que la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) afirmó en noviembre del 2011 que Irán fabrica armas nucleares. Este informe provocó una serie de sanciones económicas de Washington hacia entidades iraníes como el banco central de la República Islámica. Por esto, EE.UU. sometió a duras sanciones económicas a Irán para quitarle acceso a liquidez. En la campaña política, el tema Irán también es relevante. Tanto Barack Obama como Mitt Romney se muestran firmes en utilizar “todos los métodos posibles” para frenar el presunto desarrollo de armas nucleares.

Israel: Por la divergencia entre sus líderes, Israel e Irán se encuentran en las antípodas. La tensión se incrementa aquí al tratarse de dos actores muy cercanos geográficamente. En repetidas ocasiones, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ha expresado sus deseos de invadir a Irán y atacar sus centrales nucleares. Para el conservador líder israelí y aliado importante de Estados Unidos en la región, Irán es poco más que una “organización terrorista” a la que se debe dejar el menor margen posible de actuación. Lo dijo en la última Asamblea General de la ONU.

Irán: Teherán responde a los bloqueos económicos estadounidenses y europeos amenazando bloquear el estrecho de Ormuz, donde alrededor del 40% del petróleo es exportado por esta vía. El presidente de Irán, Mahmoud Ahmadineyad, no se ha quedado corto ante las amenazas de Netanyahu. Ha dicho que tienen “todos los medios defensivos a su alcance” para contrarrestar un ataque. Hace poco, el mandatario iraní aseguró que la existencia de Israel “es un insulto a la humanidad” y el propio Ayatolá Alí Jamenei (máxima autoridad religiosa) ha dicho que Israel “será borrado del mapa”. Aun con todas estas declaraciones, Irán asegura desarrollar tecnología nuclear “para fines pacíficos”. De ser cierto que Teherán posee estos misiles, estaría en posibilidad de atacar y ‘borrar’ del mapa a Israel.

Unión Europea: En la primera mitad de este año ya había aplicado sanciones de bloqueo económico contra Irán, específicamente al petróleo, pero recientemente los intensificó, ampliándolo a bloquear la transferencia de insumos minerales y tecnológicos a Irán. También ha bloqueado el comercio del gas y transacciones financieras a entidades de ese país.

Rusia: Salvo excepciones (que responden a su clara postura por la no-proliferación de armas de destrucción masiva), Rusia, al igual que China, se ha mostrado crítica frente a las sanciones que el Kremlin considera “unilaterales” contra Irán. Conocemos que Rusia y el país islámico son vecinos e importantes socios comerciales y militares. Putin ha apoyado el uso de energía nuclear de Irán “con fines pacíficos”. Por otro lado, el ministro de Relaciones Exteriores ruso Serguei Lavrov ha dicho que “un ataque israelí traería consecuencias impredecibles”.

Fuente: El Comercio






Sección: Mundo