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Hugo Chávez y sus amistades tan polémicas como peligrosas

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La crítica del presidente venezolano, Hugo Chávez, a la “hegemonía imperialista” llevó al fallecido presidente venezolano a alianzas polémicas con mandatarios de países que se han visto cuestionados por sus actitudes antidemocráticas.

Hugo Chávez y Muamar Gadafi

Dictadores y líderes cuestionados por sus actitudes antidemocráticas han sido los “hermanos” del fallecido mandatario.

Durante sus 14 años de gobierno, el acercamiento a países como Irán, Siria, Libia o Bielorrusia del recientemente fallecido buscaban, según afirmaba, impulsar un mundo “multipolar”.

Tanta fue su compromiso con estas amistades que, incluso, llegó a calificar de “mártir” a Muamar Gadafi, el dictador libio derrocado en octubre de 2011 tras más de cuatro décadas en el gobierno, y se convirtió en el único líder mundial en apoyarlo a ultranza. Compañeros de batallas en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en Venezuela todavía recuerdan la carpa que el entonces líder libio instaló en la turística isla de Margarita en septiembre de 2009 para la II Cumbre América del Sur-África (ASA).

EL EJE DEL MAL
Chávez fue además un fiero defensor del presidente sirio, Bashar al Assad, al que consideró “víctima de una arremetida fascista”. Los vínculos con Siria datan de 2006 y se han traducido en una treintena de convenios, principalmente en materia alimentaria y también energética, como la que incluyó la construcción de una refinería en Homs.

Precisamente en una visita de su “hermano” Al Asad a Caracas en junio de 2010, Chávez bromeó al decir que ambos formaban parte del llamado “Eje del Mal”, el grupo de países a quienes el expresidente estadounidense George W. Bush puso en su punto de mira y en el que incluyó a Iraq, Irán y Corea del Norte.

Pero Chávez matizó entonces que las siglas de ese grupo correspondían al “Movimiento de los Aliados Libres” (MAL), que incluía a todos aquellos países que contribuyen a la creación de un mundo “multipolar” y que citó como enemigos comunes “el imperio yanqui y el Estado genocida de Israel”.

EL TERRIBLE IRÁN
Desde que Chávez llegó al poder en 1999, las relaciones exteriores de Venezuela –el país con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo– no han dejado de levantar polvareda.

Chávez recibió varias veces la visita al país del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, incluso en medio de las tensiones en el Golfo Pérsico y una creciente presión de parte de los países occidentales por el supuesto programa nuclear con fines militares de Teherán.

“No quisiéramos que esa tarea nos hubiera tocado. Pero nos ha tocado, frenar, frenar, frenar la locura imperialista que ahora se ha desatado como nunca antes jamás en mucho tiempo”, indicó entonces Chávez.

Con la llegada de Ahmadineyad al Gobierno en 2005, la relación entre Venezuela e Irán se ha estrechado tanto ideológicamente como en el sector económico, con cerca de 5.000 millones de dólares de intercambio comercial, además de acuerdos de cooperación en sectores como el energético.

EL ÚLTIMO DICTADOR DE EUROPA
Junto con Irán, las relaciones con Siria, Libia o Bielorrusia centran la mirada internacional, que también sigue de cerca la estrecha relación militar con Rusia o una cierta transigencia hacia el régimen norcoreano.

También polémica fue su relación con el jefe de Estado bielorruso, Alexander Lukashenko, al que algunos consideran el último dictador de Europa y con cuyo país Venezuela tiene un intercambio comercial de 2.000 millones de dólares con acuerdos de construcción, petroleros y de distribución de gas.

El caso norcoreano es el más ambiguo dentro de las relaciones diplomáticas venezolanas. El 19 de diciembre del año pasado, Chávez manifestó su “sincero pesar” por el fallecimiento del líder de Corea del Norte, “camarada” Kim Jong Il.

LOS HERMANOS LATINOAMERICANOS
Las relaciones con Cuba merecen un capítulo aparte. Chávez vinculó a la revolución cubana con su proceso político y consideró a Fidel Castro, un “padre” al que elogió constantemente y en el que ha buscado inspiración para su gobierno.

La relación de Chávez con el bloque sudamericano es también signada por la polémica. Como principal impulsor de la llamada izquierda latinoamericana, el mandatario se acercó en sus ideas a presidentes como Rafael Correa, cuestionado por sus atentados contra los medios críticos a su gobierno al igual que Chávez.

Otros presidentes sudamericanos cuestionados por presuntas actitudes antidemocráticas como Cristina Fernández y Evo Morales.